La historia reciente ha demostrado que las normativas y regulaciones que rigen las actividades de la industria de los procesos no son suficientes para evitar accidentes y que muchos accidentes importantes han tenido como causa raíz deficiencias en las competencias del personal. Fomentar una cultura de seguridad y garantizar las competencias del personal que labora en cada organización son factores determinantes a la hora de mantener el riesgo en un nivel tolerable.
Cuando hablamos de Seguridad Funcional, la normativa internacional para la industria de los procesos IEC 61511 y su equivalente ISA 84.00.01 (punto 5.2.2 Organización y Recursos) nos indican cuales son las áreas en las que (como mínimo) deben ser competentes las personas encargadas de realizar cualquiera de las tareas de las que son responsables al diseñar, mantener y operar, de forma adecuada, un Sistema Instrumentado de Seguridad (SIS).
Pero, a menudo nos formulamos la pregunta ¿Qué significa ser competente?
La competencia es la pericia, aptitud o idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado (RAE). También podemos decir que es la capacidad de realizar diferentes actividades, dependiendo del rol asignado. Por lo tanto, asegurar que una persona es competente implica la evaluación de las habilidades y conocimientos que le permiten realizar sus tareas.
La definición de competencia se basa en resultados, la evaluación de la competencia implica la recopilación de evidencia y la medición del desempeño laboral a fin de demostrar que la persona cumple con los requisitos de la normativa y realiza su trabajo forma segura y adecuada.
Debemos reconocer la diferencia entre registrar la experiencia o capacitación de una persona y evaluar su competencia. Es una práctica común suponer que una persona es competente cuando completa cursos de capacitación y tiene cierto grado de experiencia, sin cuestionar si su experiencia es adecuada para ejercer el rol asignado, si fue evaluado el resultado del adiestramiento o si su desempeño en el trabajo fue satisfactorio.
Al referirnos a la evaluación de competencias debemos hacerlo de forma sistemática y no darle importancia únicamente a las tareas de los roles críticos dentro de la organización. La evaluación de competencias dentro de un Sistema de Gestión de la Seguridad Funcional debe incluir la identificación de las habilidades y conocimientos que deben ser cubiertos en función a la normativa, el desarrollo de un proceso de capacitación, la recopilación de evidencias de desempeño, la asesoría de personal independiente a la organización, y cualquier otra herramienta que nos ayude a reducir la probabilidad de que pasemos por alto un desempeño inferior al estándar requerido.
Y es que solo realizar una tarea de forma regular y la experiencia en el manejo de situaciones permite que la competencia se desarrolle y mantenga por completo. En la gestión de las competencias esta el fundamento y la garantía del progreso de las organizaciones, ya no es solamente recibir y proporcionar capacitación, sino transferir, internalizar, asegurar, certificar y mantener las competencias dentro de la organización.
Excelente desarrollo de este tema tan importante, gestionar y asegurar las competencias del personal involucrado en las actividades relacionadas con la seguridad debe ser parte de los objetivos de toda empresa.